La tarta de queso más famosa de Instagram, quitando la de La Viña (la cual también tenéis en el recetario). ¿Por qué es tan famosa? Por su increíble textura, como si fuera algodón. Escucha cómo se oyen las burbujas romperse.
Para que os hagáis una idea del éxito de esta receta, la primera prueba que hice, que más tarde mejoré, en Instagram llegó a 2,5 mil likes y se la guardaron 1,5 mil personas!! Así que si quieres sorprender a tus amigos y familiares con una tarta fuera de lo común, apunta:
UTENSILIOS
- Molde no desmoldable de 20 cm. Vale cualquiera y no es necesario que sea no desmoldable, si es bueno también sirve, pero si está ya un poco viejo tendrás que forrar muy bien la base con papel albal para que no se filtre el agua
- Batidora de varillas eléctricas
INGREDIENTES
- 6 huevos L
- 250 gr queso crema (preferiblemente mascarpone)
- 60 gr. Mantequilla sin sal
- 150 gr azúcar glacé (aunque con el normal también vale)
- 100 ml leche
- 60 gr maicena
- 1 cucharada de zumo de limón
PROCEDIMIENTO
- Forra con papel de horno la base sin engrasa el molde. ¿Cómo? Pon tu molde (el que quieras, pero a poder ser de 20 cm NO desmoldable) encima de una lámina de papel de horno y con un lápiz dibuja el contorno de la base, recórtalo y ponlo dentro. Es mejor no forrar el molde entero porque esto es una especie de soufflé donde lo esencial es que suba, pero no baje y de esa manera se agarrará a las paredes del molde
- Precalienta el horno a 170º
- Separa las yemas de las claras
- Calienta en el microondas o al baño María el mascarpone y la mantequilla. Lo justo para que esté templado y se pueda integrar bien sin dejar grumos.
- Bate con unas varillas (mejor si son eléctricas) hasta que se integren y añade la mitad del azúcar, luego las yemas y despúes la leche. Ha de quedar como unas natilllas
- En el bol de las claras echamos el zumo de limón y batimos con unas varillas eléctricas (aquí sí que sí, no valen manuales si no eres Hulk). Cuando empiecen a espumar echamos poco a poco el azúcar en efecto lluvia y seguimos batiendo hasta que se monten las claras
- En el bol de las “natillas” tamizamos con un colador la harina y maicena juntas y removemos hasta que queden integradas y sin grumos.
- Ahora a este mismo bol echamos la mitad de las claras montadas y con una espátula y de manera muy muy suave lo mezclamos en movimientos envolventes. Repito lo de suave porque si no estropearíamos las claras montadas que es la clave de esta receta y después la otra mitad.
- En una bandeja del horno echamos agua previamente calentada de manera que cubra 1/3 del molde (por eso es mejor que el molde sea no desmoldable, para que no entre agua. Si crees que puede tener una fuga, fórralo con papel albal)
- Horneamos 20 minutos a 190º, luego bajamos la temperatura a 150º durante otros 20 minutos, apagamos el horno SIN ABRIRLO y lo dejamos otros 30 minutos. Abrimos pooco a poco la puerta para que del contraste de temperatura no se baje y pasados 5 minutos lo dejamos enfriar en una rejilla.
- Cuando esté completamente frío bastará pasar un cuchillo por el contorno para despegarlo y ya lo pasamos a un plato.
Cuando vayas a hacer el primer corte escucha como estallan las burbujas… ¿Ves ahora por qué es tan famosa? Y ahora a disfrutar!